Los 11 sindicados fueron capturados en los departamentos de Cundinamarca, Santander, Cesar, Atlántico y Norte de Santander.
Esta red, al parecer, utilizaba dos modalidades para extraer de manera ilegal el hidrocarburo.
Una de estas era la perforación del oleoducto Caño Limón – Coveñas y la utilización de guías de transporte fraudulentas para moverlo como si fuera un producto legalmente obtenido.
La otra maniobra era desviarlo directamente desde la refinería de Barrancabermeja y trasladarlo en carrotanques a Sabana de Torres (Santander).
El crudo era almacenado en puntos clandestinos y enviado en vehículos de carga a distintas ciudades de la Costa Atlántica y el centro del país, donde era comercializado.
Un fiscal imputó a los detenidos los delitos de concierto para delinquir agravado, apoderamiento de hidrocarburos y sus derivados, receptación y falsedad en documento público.
Por decisión de un juez de garantías, ocho de los procesados recibieron media de aseguramiento en centro carcelario y los otros tres deberán permanecer privados de la libertad en sus lugares de residencia.
Los capturados
Norbey Palacio Marín, alias Chucho, quien sería el principal articulador y financiador de la estructura ilegal y quien figura como propietario de una empresa fachada para acopiar el hidrocarburo hurtado.
Danny Alexander Herrera Vivas, alias Danny, señalado como segundo cabecilla y encargado de coordinar la extracción del crudo.
Hernando Ascanio Moreno, alias Nando; Luis José Navarro, alias Cuñis; y José Yessith Mendoza Vergel, alias Yesid, al parecer, trasportaban y escoltaban el producto hurtado.
Los demás son conductores de empresas petroleras legales que, aparentemente, permitían el apoderamiento de los hidrocarburos.