
El Presidente de la República, Gustavo Petro, planteó que el país debe discutir con prontitud si se entra en una emergencia económica, para enfrentar y mitigar los riesgos, por causa de la crisis climática y el incremento de las lluvias durante los próximos tres meses.
Así lo manifestó este jueves, durante el espacio de conversación ampliada con las autoridades del Atlántico, con los alcaldes de municipios del sur del departamento, como Campo de la Cruz, Repelón, Suán, Manatí, Candelaria y Santa Lucía, y con los líderes comunitarios de la zona, con el fin de buscar un consenso para el proyecto del Canal del Dique, cifrado entre $ 3 y $ 4 billones.
Afirmó que se requiere del debate de todos los estamentos del país, como el Congreso, los medios de comunicación y la sociedad, porque la suma de factores en el mundo (sequías, incendios e inundaciones), y el pronóstico del incremento de lluvias por parte del IDEAM, confirman que vendrán semanas complejas para el país, en el campo climático.
“Claro que lo he pensado ¿No es el momento acaso de una emergencia? Los congresistas podrán opinar; los medios de comunicación a nivel nacional, la sociedad toda; pero si vamos a vivir un episodio peor que 2010, en términos de clima, entonces, necesariamente el país tiene que entrar en una emergencia económica”, explicó.
Inversiones y acciones inmediatas
El Jefe de Estado preguntó, en el espacio ampliado, si no volvería a suceder la misma emergencia por las inundaciones, que cumplieron un año, si se vuelven a invertir recursos públicos en la reconstrucción del Canal del Dique, reventado por el río Cauca.
Para el Presidente Petro, la inversión de $ 1,2 billones, realizada por el Gobierno Santos, en 2010, para mitigar y frenar las inundaciones en toda esta bioregión, se perdió.
El Mandatario aseguró que la crisis climática está poniendo escenarios cada vez más difíciles y por tanto una obra hecha sobre la base de episodios anteriores, como el Canal del Dique, no es segura, “porque estos episodios van a ser superados hacia adelante”.
Abogó para que la obra sea de otro tipo, construida bajo modelos diferentes a los tradicionales de 2010, porque los métodos de ingeniería no van a frenar el agua, que ahora es más.