El joven de 18 años respondía al nombre de Jack Burnell-Williams y fue uno de los encargados de cuidar el féretro de la monarca inglesa.
Fue hallado sin vida el pasado miércoles 28 de septiembre en el cuartel, en Hyde Park Barracks, de la capital de Inglaterra.
Cuando las autoridades y personal médico llegaron al lugar informaron que no quedaba nada por hacer y declararon al joven muerto en el lugar.
“Nunca pensé que estaría diciendo esto, pero nosotros como familia estamos desconsolados con el repentino fallecimiento de nuestro maravilloso hijo Jack Williams”, declaró la madre del soldado.
El guardia custodió el ataúd de la reina en el traslado desde la Abadía de Westminster, pasando por el Palacio de Buckingham, hasta Wellington Arch el 19 de septiembre.
La investigación de su muerte está en curso, aunque no se trata de un deceso sospechoso.