
Estos fueron los compromisos para la construcción de entornos protectores en los colegios:
1. Garantizar como familia sociedad y estado los derechos de la infancia que están plenamente estipulados en la Convención sobre los Derechos del Niño, La Convención fue aprobada como tratado internacional de derechos humanos el 20 de noviembre de 1989.
2. Promocionar las buenas prácticas socioeducativas para prevenir la vulneración de los derechos, a través de la articulación con las entidades que integran el Sistema Nacional de Bienestar Familiar, autoridades locales, instituciones educativas, padres de familia y estudiantes.
3. Inculcar la correcta toma de decisiones, la importancia de elegir bien las amistades, la identificación y manejo de los diferentes tipos de afectación a sus derechos.
4. Motivar a nuestros niños, niñas y adolescentes para que usen de forma adecuada el tiempo libre, fortaleciendo sus habilidades y competencias, al buen uso de las redes sociales y canales digitales que estos utilizan para su vida escolar y social.
5. Implementar campañas de sensibilización respecto a las consecuencias que acarrean la comisión de acciones consideradas como violencia escolar tales como conflictos manejados inadecuadamente, agresión escolar física, agresión verbal, agresión gestual, agresión relacional, agresión electrónica.
6. Identificar los actores criminales que se encuentren afectando los entornos escolares y tomar las acciones pertinentes con las autoridades competentes para la garantía de derechos.
7. Impulsar con autoridades locales actos administrativos y de gobierno, que propendan por la prohibición de venta y consumo de sustancias psicoactivas y bebidas alcohólicas, en parques y entornos escolares, en el marco de la ley.
8. Promover la denuncia de cualquier fenómeno delictivo que atente contra la niñez y la adolescencia en entornos escolares, atreves de la activación de las rutas de convivencia escolar, así como los canales de comunicación, CAI Virtual, línea 123, línea 141.
Con este compromiso y en señal de la innegable vocación por contribuir al futuro de los niños, niñas y adolescentes; se firmó el pacto simbólico, convencidos que desde cada uno de los que integran el Sistema Nacional de Bienestar Familiar se hará el mejor de los esfuerzos por lograr una Colombia reconocida por su protección a los derechos de la niñez.